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The Impact of the TPP, Part One / El Impacto del TPP, Primera Parte

Español abajo Josh Wise, Minnesota Fair Trade Coalition

For nearly five years now, government bureaucrats and lobbyists on both sides of the Pacific Ocean have been negotiating the Trans-Pacific Partnership (TPP) in secret. Despite claims from the United States Trade Representative (USTR), Michael Froman, that this is going to be a “high-level” agreement that will create lots of jobs, everything we’ve learned through leaks to the public (which essentially amount to negotiators committing treason just to tell us what our government is proposing) shows that the TPP is poised to become yet another extension of the same failed trade policy and negotiating process that gave us NAFTA, CAFTA and a whole host of other agreements that have accelerated the race to the bottom for labor, environmental and human rights standards. Only this time, it’s on a much larger scale.

Free trade advocates point to David Ricardo’s theory of comparative advantage as the basis for eliminating trade restrictions. The idea is that if we eliminate government protections for industries, then countries will have to focus on producing what they are most efficient at and everyone pays a lower price for goods while profits are higher because of the efficiency. The reality is that the agreements that have been negotiated so far have been far from free, or even specifically about trade. Instead, what they have amounted to is a host of deregulation, and protections for investors (otherwise known as multinational corporations), which have limited the ability of governments to act in their public interest, whether in terms of labor standards, the environment or public health. This has boosted corporate profits immensely, but has resulted in a race to the bottom for the rest of us in terms of global living standards.

Why is it this way? Well, it’s really inevitable given the way we do trade negotiations. USTR is technically a diplomat, and as such, can keep trade negotiations classified. However, if you lobby the executive branch, you can get appointed as a “cleared adviser” to the negotiations, meaning you can see and influence the proposals. The TPP has more than 600 cleared advisers, many of whom represent major corporations. International treaties, of course, override all conflicting federal and local laws. So what we’re left with is a system of lawmaking in which the lobbyists write the laws behind closed doors. It’s no surprise then, that the final agreements disproportionately benefit the very same multinational corporations who wrote them.

What are the results? The North American Free Trade Agreement has been in effect for 20 years as of 2014, and therefore provides the most data to analyze. Since NAFTA was enacted, the US has lost more than 1 million jobs to low-wage labor. And it’s not just low-skilled work that’s going abroad. The auto industry, medical device and chemical manufacturing and even research and development jobs are crossing the border to maquiladoras, where the average manufacturing wage is $2.50 an hour, and labor and environmental regulations are either non-existent or not enforced. Many “low-skilled” jobs, such as those in the textile industry, have long since left, as subsequent World Trade Organization and bi-lateral agreements have sent that work where the wages are even lower, such as Central America and Southeast Asia. The TPP includes Vietnam, where independent unions are illegal, and $2.50 is the average daily wage. The job loss, however, hasn’t just affected the US. Subsidized grain exports have displaced more than 2 million Mexican farm workers (fueling immigration and the drug trade) and millions of acres of land have been expropriated for mining and extractive industries.

Part Two, to be published tomorrow, will delve more into the impact of the TPP and talk about what we as citizens can do to stop it.

El Impacto del TPP Josh Wise, Coalición por el Comercio Justo de Minnesota

Las negociaciones secretas del Acuerdo Estrategico Trans-Pacifico de la Asociacion Economica o, Trans-Pacific Partnership (TPP) han seguido efectuándose por más de cuatro años. Según las afirmaciones dadas por el Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), Michael Froman, el TPP sería un acuerdo “de alto nivel” dando pie a la creación de nuevos trabajos y por ende oportunidades laborales. Sin embargo, toda la información que hemos recibido mediante información que se ha filtrado al público (significando un acto de traición por parte de algunos participantes con el propósito de informarnos lo que propone nuestro propio gobierno) indica que el TPP está a punto de convertirse en otra extensión más del mismo proceso fallido de negociaciones de la política del comercio; los cuales han resultado en muchos otros acuerdos que han acelerado la “carrera hacia el abismo” en cuanto de las normas laborales, ambientales y de derechos humanos. Pero esta vez, en una escala mayor.

Los defensores del comercio libre utilizan la teoría de ventaja comparativa del economista David Ricardo como base teórica para la eliminación de las restricciones del comercio. La idea es que, si eliminamos la protección del estado para ciertas industrias, los países tendrían que enfocarse en la producción de artículos que resulten más eficaces, por consiguiente, todo el mundo pagaría precios más bajos para productos y las ganancias resultarían más grandes por la eficiencia. Sin embargo, la realidad es que los acuerdos actuales se alejan del ideal de “libertad comercial”, perdiendo los hilos conductores y yendo más allá del manejo del comercio. Al contrario, se ha introducido una gran cantidad de desregulación y protecciones para los inversionistas (la mayoría de éstos son corporaciones multinacionales), las cuales han limitado la capacidad de los gobiernos para actuar en favor de los intereses públicos en temas como normas laborales, medioambientales y de salud pública. Es cierto que han resultado en grandes ganancias corporativas, pero a la vez se ha venido generando ésta carrera hacia el abismo para los demás, sobretodo teniendo un impacto en el nivel de vida global.

Por qué es así? En realidad, estos resultados son inevitables considerando como hacemos las negociaciones sobre el comercio. Según la definición oficial de su cargo, el USTR Froman es un diplomático, y, por esta razón puede mantener en secreto el contenido de las negociaciones sobre el comercio. Sin embargo, si alguien pide a la sección ejecutiva del gobierno, puede conseguir el título de “consejero autorizado” para las negociaciones, lo que significa que se puede ver y ejercer influencia sobre las propuestas. El TPP tiene más de 600 de estos “consejeros autorizados” y muchos de ellos representan corporaciones grandes. Además, los tratados internacionales se anteponen a todas las leyes nacionales y locales – dejándonos con un sistema de creación de leyes en el cual los grupos de presión (lobbyists) escriben las leyes detrás de puertas, por tanto, no deberían sorprender. Entonces, los acuerdos finales benefician desproporcionalmente a las mismas corporaciones multinacionales que los escriben.

Cuáles son los resultados? El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) cumplió 20 años de vigencia este año, y por ser el acuerdo con mayor longevidad, tiene la mayor cantidad de datos para analizar. Desde que se estableció el TLCAN, los EEUU han perdido más de 1 millón de puestos de trabajo a sitios extranjeros de salario bajo. Y el trabajo no especializado no es el único que va para el exterior. Trabajo de la industria automóvil, de fabricación medica y química, y hasta investigación y desarrollo sigue cruzando la frontera a las maquiladoras, donde el salario promedio es $2,50 por una hora, y las normas laborales y ambientales o no existen o no se aplican. Mucho más trabajo no especializado, como el de la industria textil, desapareció hace mucho tiempo, porque los acuerdos bilaterales y los de la Organización Mundial del Comercio han controlado éste trabajo hasta donde el salario es aún más bajo, en regiones como Centroamérica y el Sudeste de Asia. El TPP incluye a Vietnam, donde los sindicatos independientes son ilegales y, $2,50 es el salario promedio diario. Entonces, la pérdida del trabajo no es solamente un tema de EEUU; las exportaciones subvencionadas de granos han causado el desplazamiento a más de 2 millones de campesinos y trabajadores mexicanos (contribuyendo a la inmigración y el tráfico de drogas) y millones de acres de tierra han sido expropiados para usos y explotación minera y de industrias extractivas.

La segunda parte de este post se publicará mañana, éste explorará más a fondo el impacto del TPP y discutirá que podremos hacer nosotros como ciudadanos para detenerlo.

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