A seventeen-member delegation visited Colombia in January 2013, concentrating on the implications of U.S. drug policy for the Colombian people and for U.S. citizens. The delegation, sponsored by Witness for Peace, interviewed 74 people, including representatives from 11 organizations.
Coca, the plant that is the raw material for cocaine, has been a target of U.S. military and counter-narcotics policy in Latin America since 1964. Despite more than $11 billion in the past decade spent on eradication in Latin America, the program has met with virtually no success in reducing the supply of coca in the region. Furthermore, the destruction of food crops resulting from the eradication process has had the ironic effect of making people more dependent on coca for a cash crop. Colombia has received billions of dollars in U.S. military support, but militarization has not contributed to a civil society.
The following report explores the impacts of the U.S.-funded Drug War from the first-hand testimony of the people who shared their stories with us. They are broken into sections relating to: loss of land, ethnocide, environmental and human health consequences, and corruption across many sectors of society.
The conclusionof the delegation is that current U.S. drug policy has been ineffective in reducing the supply of cocaine; it also has enormous costs to U.S. taxpayers at a time when we are trying to cut the monstrous federal budget and get a handle on federal debt. The policy has huge costs for the Colombian people as well. Supply-side repression is failed policy.
Delegación de Derechos Humanos a Colombia Examina los Impactos de la Política Anti-Drogas de los EE.UU.
Una delegación de diecisiete personas visitó Colombia en enero de 2013, enfocándose en las implicaciones de la política anti-drogas de Estados Unidos para el pueblo colombiano y para los ciudadanos estadounidenses. Esta delegación de Acción Permanente por la Paz entrevistó a 74 personas, incluyendo representantes de 11 organizaciones.
La planta de coca, materia prima de la cocaína, ha sido el objetivo de la política militar y anti-narcóticos de los EE.UU. en América Latina desde 1964. A pesar de más de $11 mil millones de dólares en la última década gastados en la erradicación en América Latina, el programa no ha tenido casi nada de éxito en reducir la oferta de coca en la región. Además, la destrucción de los cultivos de pan coger que resulta del proceso de erradicación ha tenido el efecto paradójico de hacer a los campesinos más dependientes de la coca como cultivo comercial. Colombia ha recibido miles de millones de dólares de los EE.UU. en ayuda militar, pero la militarización no ha contribuido a fortalecer la sociedad civil.
El presente informe analiza los impactos de la Guerra contra las Drogas financiada por los EE.UU. desde el testimonio de primera mano de las personas que compartieron sus historias con nosotros. Se divide en las siguientes secciones: el despojo del territorio, el etnocidio, los impactos ambientales y de salud humana, y la corrupción en muchos sectores de la sociedad.
La conclusión de la delegación es que la actual política anti-drogas de EE.UU. ha sido ineficaz en reducir la oferta de cocaína; también tiene un costo enorme para los contribuyentes de Estados Unidos en un momento en que estamos intentando recortar el presupuesto federal monstruoso y controlar la deuda federal. Además, esta política tiene costos enormes para el pueblo colombiano. En síntesis, la represión del lado de la oferta es una política fallida.
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